jueves, 6 de abril de 2017

Mis no-sentimientos.

Recuerdo la primera vez que creí estar enamorada, cuando pensé tener el mundo en mis manos y cómo se sentía estar en la cima. Recuerdo cómo le pasé por encima a las dudas, resentimientos y a las ataduras.
¿Cómo era no preocuparse por nada? Cómo no pude darme cuenta que ya no recordaba ser infeliz o feliz, y el problema más grande de eso es no diferenciar cuando estás feliz o acostumbrado. Para que haya blanco debe haber negro, para ser feliz se debió primero haber sido desdichado, para conocer la cima se debió estar abajo. 

Sentimientos, son buenos o malos, falsos o verdaderos, blancos o negros, y en muchas ocasiones gris, pero... ¿Cómo se le llama a no sentir nada? ¿Qué pasa con nosotros los que no sentimos? Los que perseguimos sin descanso los atardeceres más románticos esperando al menos que eso nos erice la piel, los que nos pasamos comiendo Mariposas queriendo creer en ellas como símbolo de nervios y no solo en un animal más. ¿Dónde está el poema del que no siente nada? ¿Quién escribe sobre las guerras no sucedidas? O a las nubes grises que jamás llovieron. El frío es mera ausencia de calor, nadie escribe sobre eso, nadie le da nombre al no sentir, por eso yo misma lo he hecho. Por eso he llamado a mis no-sentimientos, los he llamado así porque al sonar las canciones de Buena fe no me pasa por la mente ninguna persona, los llamo así porque cuando leo los poemas de Luis Ramiro no siento los Campos de Fresa en mi interior, llamo a estos no-sentimientos cuando al ver dos parejas enamoradas no deseo poseer lo que ellos poseen, a sí mismos, uno al otro, más bien me benévolo de mi independencia. Claro, estas ausencias de sentimientos son rellanas con otros no-sentimientos, como el anhelo que es la ausencia de ti mismo, la costumbre que es la ausencia de emociones, el aferro que es el exceso de confort, y muchos otros. Cuando la gente está enamorada experimentan diferentes patrones, como los sentimientos... Enamorarse puede hacerte sentir bien o mal, falso o verdadero, blanco, gris o negro... Pero te hace sentir, los no-sentimientos, el no-enamoramiento es ese Tinnitus constante en la cabeza, es el ver el corazón como un músculo que bombea sangre y a las personas como un bulto en el mundo y nada más.

El no-sentir es ir sin importar si te dejas atrás a ti mismo.

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